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Autor: John Anderson Rodriguez Ramirez

Calculadora Extracreditación

Calculadora Extracreditación Programas Reformados

Esta herramienta te ayudará a conocer el promedio móvil, es decir, el promedio de tus dos últimos semestres y saber si el resultado es igual o superior a 4.0, nota requerida para poderte extracreditar cuando estás en un programa reformado. Por favor, no incluyas cursos que viste en el periodo intersemestral o escuela de verano.

Ten en cuenta: 

  • Consulta aquí la lista de programas reformados.
  • Te puedes extracreditar a partir de tercer semestre.
  • Al extr​acreditarte, podrás tomar hasta 21 créditos.
  • Si eres estudiante de medicina: lo anterior no aplica, debes consultar con tu facultad los requisitos de extracreditación que se aplican en tu caso.

Recuerda que al leer tus resultados en esta calculadora solo debes tener en cuenta los primeros dos decimales.

Ejemplo: Si tu resultado final es 3.249 solo debes tener en cuenta 3.24 como nota definitiva

Si tu resultado es igual o superior a 4.0, te podrás extracreditar el próximo semestre.

¿Para quién está diseñado?

¿Para quién está diseñado?

Si…

  • Estás en prueba académica (tienes un promedio acumulado menor a 3.25 desde segundo semestre).
  • Estás en riesgo de estarlo (tu promedio es menor a 3.4).
  • Has estado suspendido y regresas a la Universidad.
  • Necesitas información general sobre la vida universitaria.

…este espacio es para ti.

¿Qué es el proyecto Orión?

¿Qué es el proyecto Orión?

Es un espacio virtual de comunidad en donde podrás
  • Compartir con otros estudiantes que están en una situación académica similar a la tuya.
  • Resolver dudas, comunicar tus experiencias e inquietudes sobre la prueba académica y conocer las de otros estudiantes.
  • Encontrar información, herramientas y apoyo para prevenir o superar esta situación académica.
  • Recibir asesoría de parte de nuestros consejeros académicos frente a tus inquietudes.

Guía para entender y mejorar la concentración

Guía para entender y mejorar la concentración

¿Crees que hay alguna diferencia entre atención y concentración? Sí la hay: primero se presta atención, y si esta atención se mantiene, se puede llegar a un estado de concentración. Así, la concentración se puede definir como la cantidad de recursos de atención mantenidos en el tiempo con una tarea específica (Londoño, 2009).

Este proceso de atención-concentración nos es útil especialmente para nuestro aprendizaje. Sin embargo, nuestro cerebro no es especialmente bueno centrándose en una sola tarea por largos periodos de tiempo, de hecho, según la mayoría de investigaciones al respecto, el promedio de atención de las personas en un tema específico se tiende a mantener de manera continua entre 10 y 18 minutos (Bradbury, 2016). Adicionalmente, la atención está directamente ligada a nuestros intereses y a nuestra percepción de bienestar; por lo que estamos abiertos a diferentes estímulos que podrían ser importantes en un momento determinado.

¿Cómo disminuir las “distracciones”?

Primero que todo, es fundamental buscar establecer rutinas cotidianas en la alimentación, ya que esto te brinda tranquilidad emocional en la medida en la que te permite sentir que hay una estructura. Busca despertarte a la misma hora todos los días (esto favorece el reloj circadiano). Procura desayunar, almorzar y cenar a la misma hora todos los días. Se ha demostrado que las personas que tienen hábitos alimenticios estructurados desarrollan mejores niveles de atención y un adecuado desempeño en sus tareas respecto a quienes no lo hacen, o lo hacen intermitentemente. Lo anterior, dado que el organismo puede llevar a la persona a entrar en estado de ansiedad por no identificar en qué momento tendrá lugar la ingesta de alimentos (Nardone, 2004).

Así mismo es importante establecer rutinas diarias que incluyan espacios de descanso, hacer ejercicio y tener adecuados hábitos de sueño. Se ha comprobado que estos tres elementos favorecen la concentración.

Una situación con la que tenemos que lidiar cotidianamente es la sensación de que no podemos con las tareas o no sabemos cómo manejarlas, lo que lleva a que nuestra mente comience a divagar. Así, si llegas a tener esta sensación una de las estrategias que puede ser de utilidad es detenerte: puedes, por ejemplo, hacer un poco de ejercicio, tomar agua, y posteriormente retomar las tareas que debes realizar.

Sohlberg & Mateer, (2006), por su parte, realizan 5 recomendaciones para el manejo de problemas de atención que pueden resultarte útiles:

Referencias

Bradbury, N. (2016). Attention span during lectures: 8 seconds, 10 minutes, or more?. Advances In Physiology Education, 40(4), 509-513. doi: 10.1152/advan.00109.2016

Londoño, L. (2009). La atención: un proceso psicológico básico. Pensando Psicología, 5(8), 92-100. Recuperado de https://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/150730/555786.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Mindfultips. (2020). Recuperado de https://www.colpsic.org.co/noticias/mindfultips-1/2192

Sohlberg, M., & Mateer, C. (2006). Improving Attention and Managing Attentional Problems. Annals Of The New York Academy Of Sciences, 931(1), 359-375. doi: 10.1111/j.1749-6632.2001.tb05790.x

Autores: Angélica Gualtero, Brayan Ortiz y Zeus Vargas

Ergonomía Cognitiva

Ergonomía Cognitiva

¿Buscando el equilibrio entre las actividades diarias y nuestro entorno?

Durante los últimos años hemos sido testigos de cómo los puestos de trabajo exigen cada vez más conocimiento y manejo de recursos tecnológicos. Así mismo, somos conscientes de que el mundo se ha vuelto más competitivo, exigente e impredecible por la gran cantidad de cambios y demandas generadas por los avances tecnológicos. Esto ha implicado que nosotros debamos adaptarnos y esforzarnos en una mayor medida mejorando las capacidades en un entorno de mayores demandas cognitivas y de aprendizaje.

Debido a esa presión y al constate manejo de computadores y celulares, podemos experimentar problemas para concentrarnos, sentir mayores niveles de estrés y dificultades en el desempeño de las labores y actividades académicas (Kalakoski, et al., 2020). Lo anterior se ve reflejado en pequeños errores que cometemos, tareas que se van acumulado o que se nos olvidan y nos toma más tiempo terminar las tareas. Por estos motivos, es crucial desarrollar habilidades y estrategias que ayuden a disminuir lo más que se pueda la alta demanda a nivel cognitivo que implica el manejo continuo del computador, las diversas tareas e interacciones constantes con programas, actividades y personas.

A continuación, se exponen algunas recomendaciones y buenas prácticas que han sido implementadas en varios países encaminadas a asegurar que haya una interacción apropiada entre el trabajo, el producto, el ambiente y las necesidades, capacidades y limitaciones humanas (Sociedad de Factores y ergonómicos y humanos, sf.).

  1. Procurar revisar los correos en momentos específicos del día.Revisar y responder cada vez que llega un mensaje interrumpe el flujo de trabajo, genera mayor estrés y posible saturación de información lo cual afecta el rendimiento durante el día. Se recomienda reservar dos o tres espacios en el día para revisar los correos. (Kushlev & Dunn, 2015).
  2. Formular preguntas a terceras personas (jefes, compañeros o profesores) para así comunicar varias inquietudes en un mismo momento de forma clara.Formular las preguntas con anticipación te permitirá ser más claro y así obtener una respuesta más útil, mientras que al formular varias preguntas minimizas el número de interrupciones a terceros y en tu mismo ritmo de trabajo o estudio (Sørensen & Holman, 2014).
  3. Manejar el exceso de información o actividades que se realizan.En la medida de lo posible, disminuir la cantidad de información que se ve en la computadora realizando una actividad a la vez y cerrando aquellos archivos que no se están usando. Procurar no ver televisión o tener otros estímulos que puedan sobrecargarte de información no esencial. (Kalakoski, et al., 2020).
  4. Conocer los horarios que suele ser más productivos y programar un tiempo específico para minimizar las posibles interrupciones, puede ser colocando música que ayude a la concentración, o cerrando la puerta del espacio de trabajo o estudio. (Foroughi, Werner, Nelson & Boehm-Davis, 2014).

La invitación es a que se analice cuál es el entorno en el que se está trabajando o estudiando actualmente para poder decidir cuáles de las recomendaciones pueden aplicarse. Para ello, resulta más efectivo aplicar una a una de forma gradual, ya que si se hacen muchos cambios de forma abrupta puede resultar abrumador y disruptivo frente a la rutina que ya se tiene establecida. 

Referencias
  • Foroughi, C. K., Werner, N. E., Nelson, E. T., & Boehm-Davis, D. A. (2014). Do Interruptions Affect Quality of Work? Human Factors56(7), 1262–1271. https://doi.org/10.1177/0018720814531786
  • Kalakoski, V., Selinheimo, S., Valtonen, Turunen, J., Käpykangas, S., Ylisassi, H., Toivio, P., JÁrnefelt, H., Hannonen, H & Paajanen, T. (2020). Effects of a cognitive ergonomics workplace intervention on cognitive strain and well-being: a cluster-randomized controlled trial. A study protocol. BMC Psychology, 8 (1). https://doi.org/10.1186/s40359-019-0349-1
  • Kushlev, K., & Dunn, E. W., (2015). Checking email less frequently reduces stress. Computers in Human Behavior, 43, 220-228. DOI https://doi.org/10.1016/j.chb.2014.11.005.
  • (IEA) IEA. Home page 2019. Available from: https://www.iea.cc/.
  • Sørensen O. H., & Holman, D. (2014) A participative intervention to improve employee well-being in knowledge work jobs: A mixed-methods evaluation study. Work & Stress, 28(1), 67-86, DOI: 10.1080/02678373.2013.876124
Elaborado por: Mariana Medina

Autoconcepto y hábitos de estudio

Autoconcepto y hábitos de estudio

“Por suerte la vida es una historia que escribimos cada día”. Martínez E.2019.

Hacia finales del siglo XIX y parte del siglo XX las investigaciones sobre el rendimiento académico se centraban particularmente en aspectos cognitivos (memorización, planificación…) pero progresivamente y muy rápidamente hacia finales del siglo XX empieza a descubrirse cómo los aspectos emocionales y los componentes afectivos tienen una gran influencia sobre el proceso de aprendizaje (Herrera, 2004)[1]. Según Herrera, (como se citó en Ramírez Salguero, 1997) dentro de este componente emocional, aparece la idea del autoconcepto y aunque hay diferentes descripciones y teorías que pueden dar una definición, lo cierto es que tiene que ver con tres factores:

  • Pensamientos: autoconcepto propiamente dicho
  • Sentimientos: autoestima
  • Comportamientos: autoeficacia

La importancia del autoconcepto o la idea que tenemos de nosotros mismos es fundamental puesto que “nosotros solo vemos el mundo que queremos ver…de hecho, desde la física cuántica se ha explicado que el observador afecta lo observado” Jaramillo[2], (como se citó en Corbera, 2014, p.45). Por lo tanto, nuestro autoconcepto trasciende a nuestras actividades cotidianas, por ejemplo, la forma en la que nos vestimos, los amigos que tenemos, lo que comemos…y sin duda alguna, la forma en la que estudiamos. Son diversas las investigaciones que evidencian como la imagen que se tiene de sí mismo influye en los hábitos de estudio lo que sustenta que:

Una imagen positiva de sí favorece un mejor desempeño académico

Así, para la elección, implementación y sostenimiento de cualquier hábito de estudio, resulta importante identificar:

Cuáles son aquellos pensamientos, sentimientos y acciones que ocupan mi mente cada día y cómo ellos se orientan o no hacia la versión de estudiante en el cual me quiero convertir.

Si deseas mejorar tu autoconcepto académico y mejorar tus hábitos de estudio, ingresa ACÁ

Por: Liliana Zambrano Gómez.

[1] Herrera, F.(2004) ¿Cómo interactúan el autoconcepto y el rendimiento académico, en un contexto educativo pluricultural? DOIhttps://doi.org/10.35362/rie3422987

[2] Jaramillo, C. (2020). El milagro antiéstres. Cómo enfrentar la mayor pandemia de este siglo. Planeta.

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