¿Te ha pasado que a veces quieres hacer un cambio para mejorar en algún aspecto o alcanzar un logro, pero al final te encuentras en el mismo punto o sientes que estás lejos de lo que querías lograr? Esto puede suceder por factores diversos relacionados con la motivación, la forma de hacer las cosas y la constancia, y frente a esta dificultad, puede ser útil que al pensar el cambio que quieres, lo asumas como una meta.
Una meta es el punto hacia el que se dirigen tus acciones y deseos; se trata de un fin específico que quieres lograr. Las metas influyen sobre tu atención, tu comportamiento, el esfuerzo y la persistencia, que son cuatro factores claves en la motivación.
Al plantearte una meta es clave tener información detallada sobre lo que quieres: saber qué, cuándo, dónde, cómo y quienes estarían involucrados; esto es importante pues muchas veces las metas se ven como objetivos demasiado amplios y/o ambiguos.