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Mecanismos de Aprendizaje

Mecanismos de Aprendizaje

Los seres humanos aprendemos de maneras diferentes, no existe una forma correcta o incorrecta para hacerlo. Lo importante es que cada individuo identifique la forma en que aprende con mayor facilidad nuevos conceptos, teorías y fórmulas, y sean asimiladas de manera permanente, sin que se conviertan en ejercicios memorísticos de corta recordación.

En el aprendizaje intervienen procesos biológicos, psicológicos y sociales que llevan a los individuos a adaptarse modificando su actitud, habilidad, conocimiento, información y formas de ejecución. Sólo se puede hablar de aprendizaje cuando esos cambios o modificaciones son duraderos, para lo cual la práctica se convierte en un elemento adicional imprescindible.

Kolb, citador por Diaz (2012), plantea un modelo en el que explica cómo aprendemos, almacenamos la información, solucionamos problemas y tomamos decisiones. A esto se le conoce como mecanismos de aprendizaje: visual, auditivo y kinestésico.

Mecanismo de aprendizaje visual:

Las personas visuales aprenden mejor cuando ven la información o la leen, por ejemplo: traer a la mente la página del libro, los apuntes, las diapositivas.

Aquí te recomendamos:

  • Subrayar con colores las ideas principales.
  • Hacer resúmenes, diagramas, mapas mentales y líneas de tiempo.
  • Escribir la información en tarjetas o post-it y ubicarlas en donde estudias.

Mecanismo de aprendizaje auditivo:

Las personas auditivas recuerdan la información al escucharla de forma secuencial y ordenada, asociándola con características sonoras.

Aquí te recomendamos:

  • Leer o estudiar en voz alta con entonación y diferentes tonalidades de voz.
  • Preguntarse unos a otros, generar debates, darse instrucciones entre sí.
  • Grabar la información y escucharla varias veces.
  • Estudiar escuchando una melodía de tu agrado.

Mecanismo de aprendizaje kinestésico:

Las personas kinestésicas aprenden asociando sensaciones y movimientos del cuerpo. Quienes se identifican con este mecanismo necesitan practicar, moverse, hacer y estar en acción.

Aquí te recomendamos:

  • Cuando estudies, haz pausas en las que muevas tu cuerpo.
  • Usa pelotas pequeñas antiestrés que puedas apretar o rebotar contra una pared mientras lees o escuchas la información.
  • Haz juegos de roles con la información a estudiar.
  • Graba la información y escúchala mientras realizas alguna actividad física.

Recuerda que: aunque preferimos algún mecanismo, te recomendamos combinarlos para garantizar un mayor aprendizaje.


Referencias

– Diaz, E (2012) Estilos de Aprendizaje. EIDOS. Universidad Tecnológica Equinoccial. Quito, Ecuador. Publicado el 20 de agosto de 2012.

– A, García (2018) Estilos de Aprendizaje y Rendimiento Académico. Revista Boletín Redipe. www.revista.redipe.org

Elaborado por Paola Isaza Franco

Guía para entender y mejorar la concentración

Guía para entender y mejorar la concentración

¿Crees que hay alguna diferencia entre atención y concentración? Sí la hay: primero se presta atención, y si esta atención se mantiene, se puede llegar a un estado de concentración. Así, la concentración se puede definir como la cantidad de recursos de atención mantenidos en el tiempo con una tarea específica (Londoño, 2009).

Este proceso de atención-concentración nos es útil especialmente para nuestro aprendizaje. Sin embargo, nuestro cerebro no es especialmente bueno centrándose en una sola tarea por largos periodos de tiempo, de hecho, según la mayoría de investigaciones al respecto, el promedio de atención de las personas en un tema específico se tiende a mantener de manera continua entre 10 y 18 minutos (Bradbury, 2016). Adicionalmente, la atención está directamente ligada a nuestros intereses y a nuestra percepción de bienestar; por lo que estamos abiertos a diferentes estímulos que podrían ser importantes en un momento determinado.

¿Cómo disminuir las “distracciones”?

Primero que todo, es fundamental buscar establecer rutinas cotidianas en la alimentación, ya que esto te brinda tranquilidad emocional en la medida en la que te permite sentir que hay una estructura. Busca despertarte a la misma hora todos los días (esto favorece el reloj circadiano). Procura desayunar, almorzar y cenar a la misma hora todos los días. Se ha demostrado que las personas que tienen hábitos alimenticios estructurados desarrollan mejores niveles de atención y un adecuado desempeño en sus tareas respecto a quienes no lo hacen, o lo hacen intermitentemente. Lo anterior, dado que el organismo puede llevar a la persona a entrar en estado de ansiedad por no identificar en qué momento tendrá lugar la ingesta de alimentos (Nardone, 2004).

Así mismo es importante establecer rutinas diarias que incluyan espacios de descanso, hacer ejercicio y tener adecuados hábitos de sueño. Se ha comprobado que estos tres elementos favorecen la concentración.

Una situación con la que tenemos que lidiar cotidianamente es la sensación de que no podemos con las tareas o no sabemos cómo manejarlas, lo que lleva a que nuestra mente comience a divagar. Así, si llegas a tener esta sensación una de las estrategias que puede ser de utilidad es detenerte: puedes, por ejemplo, hacer un poco de ejercicio, tomar agua, y posteriormente retomar las tareas que debes realizar.

Sohlberg & Mateer, (2006), por su parte, realizan 5 recomendaciones para el manejo de problemas de atención que pueden resultarte útiles:

Referencias

Bradbury, N. (2016). Attention span during lectures: 8 seconds, 10 minutes, or more?. Advances In Physiology Education, 40(4), 509-513. doi: 10.1152/advan.00109.2016

Londoño, L. (2009). La atención: un proceso psicológico básico. Pensando Psicología, 5(8), 92-100. Recuperado de https://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/150730/555786.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Mindfultips. (2020). Recuperado de https://www.colpsic.org.co/noticias/mindfultips-1/2192

Sohlberg, M., & Mateer, C. (2006). Improving Attention and Managing Attentional Problems. Annals Of The New York Academy Of Sciences, 931(1), 359-375. doi: 10.1111/j.1749-6632.2001.tb05790.x

Autores: Angélica Gualtero, Brayan Ortiz y Zeus Vargas

Ergonomía Cognitiva

Ergonomía Cognitiva

¿Buscando el equilibrio entre las actividades diarias y nuestro entorno?

Durante los últimos años hemos sido testigos de cómo los puestos de trabajo exigen cada vez más conocimiento y manejo de recursos tecnológicos. Así mismo, somos conscientes de que el mundo se ha vuelto más competitivo, exigente e impredecible por la gran cantidad de cambios y demandas generadas por los avances tecnológicos. Esto ha implicado que nosotros debamos adaptarnos y esforzarnos en una mayor medida mejorando las capacidades en un entorno de mayores demandas cognitivas y de aprendizaje.

Debido a esa presión y al constate manejo de computadores y celulares, podemos experimentar problemas para concentrarnos, sentir mayores niveles de estrés y dificultades en el desempeño de las labores y actividades académicas (Kalakoski, et al., 2020). Lo anterior se ve reflejado en pequeños errores que cometemos, tareas que se van acumulado o que se nos olvidan y nos toma más tiempo terminar las tareas. Por estos motivos, es crucial desarrollar habilidades y estrategias que ayuden a disminuir lo más que se pueda la alta demanda a nivel cognitivo que implica el manejo continuo del computador, las diversas tareas e interacciones constantes con programas, actividades y personas.

A continuación, se exponen algunas recomendaciones y buenas prácticas que han sido implementadas en varios países encaminadas a asegurar que haya una interacción apropiada entre el trabajo, el producto, el ambiente y las necesidades, capacidades y limitaciones humanas (Sociedad de Factores y ergonómicos y humanos, sf.).

  1. Procurar revisar los correos en momentos específicos del día.Revisar y responder cada vez que llega un mensaje interrumpe el flujo de trabajo, genera mayor estrés y posible saturación de información lo cual afecta el rendimiento durante el día. Se recomienda reservar dos o tres espacios en el día para revisar los correos. (Kushlev & Dunn, 2015).
  2. Formular preguntas a terceras personas (jefes, compañeros o profesores) para así comunicar varias inquietudes en un mismo momento de forma clara.Formular las preguntas con anticipación te permitirá ser más claro y así obtener una respuesta más útil, mientras que al formular varias preguntas minimizas el número de interrupciones a terceros y en tu mismo ritmo de trabajo o estudio (Sørensen & Holman, 2014).
  3. Manejar el exceso de información o actividades que se realizan.En la medida de lo posible, disminuir la cantidad de información que se ve en la computadora realizando una actividad a la vez y cerrando aquellos archivos que no se están usando. Procurar no ver televisión o tener otros estímulos que puedan sobrecargarte de información no esencial. (Kalakoski, et al., 2020).
  4. Conocer los horarios que suele ser más productivos y programar un tiempo específico para minimizar las posibles interrupciones, puede ser colocando música que ayude a la concentración, o cerrando la puerta del espacio de trabajo o estudio. (Foroughi, Werner, Nelson & Boehm-Davis, 2014).

La invitación es a que se analice cuál es el entorno en el que se está trabajando o estudiando actualmente para poder decidir cuáles de las recomendaciones pueden aplicarse. Para ello, resulta más efectivo aplicar una a una de forma gradual, ya que si se hacen muchos cambios de forma abrupta puede resultar abrumador y disruptivo frente a la rutina que ya se tiene establecida. 

Referencias
  • Foroughi, C. K., Werner, N. E., Nelson, E. T., & Boehm-Davis, D. A. (2014). Do Interruptions Affect Quality of Work? Human Factors56(7), 1262–1271. https://doi.org/10.1177/0018720814531786
  • Kalakoski, V., Selinheimo, S., Valtonen, Turunen, J., Käpykangas, S., Ylisassi, H., Toivio, P., JÁrnefelt, H., Hannonen, H & Paajanen, T. (2020). Effects of a cognitive ergonomics workplace intervention on cognitive strain and well-being: a cluster-randomized controlled trial. A study protocol. BMC Psychology, 8 (1). https://doi.org/10.1186/s40359-019-0349-1
  • Kushlev, K., & Dunn, E. W., (2015). Checking email less frequently reduces stress. Computers in Human Behavior, 43, 220-228. DOI https://doi.org/10.1016/j.chb.2014.11.005.
  • (IEA) IEA. Home page 2019. Available from: https://www.iea.cc/.
  • Sørensen O. H., & Holman, D. (2014) A participative intervention to improve employee well-being in knowledge work jobs: A mixed-methods evaluation study. Work & Stress, 28(1), 67-86, DOI: 10.1080/02678373.2013.876124
Elaborado por: Mariana Medina

Autoconcepto y hábitos de estudio

Autoconcepto y hábitos de estudio

“Por suerte la vida es una historia que escribimos cada día”. Martínez E.2019.

Hacia finales del siglo XIX y parte del siglo XX las investigaciones sobre el rendimiento académico se centraban particularmente en aspectos cognitivos (memorización, planificación…) pero progresivamente y muy rápidamente hacia finales del siglo XX empieza a descubrirse cómo los aspectos emocionales y los componentes afectivos tienen una gran influencia sobre el proceso de aprendizaje (Herrera, 2004)[1]. Según Herrera, (como se citó en Ramírez Salguero, 1997) dentro de este componente emocional, aparece la idea del autoconcepto y aunque hay diferentes descripciones y teorías que pueden dar una definición, lo cierto es que tiene que ver con tres factores:

  • Pensamientos: autoconcepto propiamente dicho
  • Sentimientos: autoestima
  • Comportamientos: autoeficacia

La importancia del autoconcepto o la idea que tenemos de nosotros mismos es fundamental puesto que “nosotros solo vemos el mundo que queremos ver…de hecho, desde la física cuántica se ha explicado que el observador afecta lo observado” Jaramillo[2], (como se citó en Corbera, 2014, p.45). Por lo tanto, nuestro autoconcepto trasciende a nuestras actividades cotidianas, por ejemplo, la forma en la que nos vestimos, los amigos que tenemos, lo que comemos…y sin duda alguna, la forma en la que estudiamos. Son diversas las investigaciones que evidencian como la imagen que se tiene de sí mismo influye en los hábitos de estudio lo que sustenta que:

Una imagen positiva de sí favorece un mejor desempeño académico

Así, para la elección, implementación y sostenimiento de cualquier hábito de estudio, resulta importante identificar:

Cuáles son aquellos pensamientos, sentimientos y acciones que ocupan mi mente cada día y cómo ellos se orientan o no hacia la versión de estudiante en el cual me quiero convertir.

Si deseas mejorar tu autoconcepto académico y mejorar tus hábitos de estudio, ingresa ACÁ

Por: Liliana Zambrano Gómez.

[1] Herrera, F.(2004) ¿Cómo interactúan el autoconcepto y el rendimiento académico, en un contexto educativo pluricultural? DOIhttps://doi.org/10.35362/rie3422987

[2] Jaramillo, C. (2020). El milagro antiéstres. Cómo enfrentar la mayor pandemia de este siglo. Planeta.

Organiza tu mente

Organiza tu mente

Tus hábitos de estudio determinan en gran medida tu rendimiento académico y tus procesos de aprendizaje. Sin embargo, a veces es costoso aprender cómo construirlos. Te dejamos algunas estrategias y retos que podrías aplicar para promover tus hábitos de estudio y con ellos tu concentración al aprender.

Sabías que…

Sabías que…

  • Para algunos estudiantes Uniandinos fue difícil adaptarse al cambio del colegio a la Universidad.
  • Si buscas ayuda y te organizas desde el principio, será más fácil adaptarte al ritmo de la U.
  • Si aprovechas los huecos en tu horario, el tiempo te va a rendir más y podrás hacer otro tipo de actividades.
  • Elegir un buen sitio de estudio (p.e.: la biblioteca) es fundamental para mejorar la concentración al estudiar.
  • Buscar ayuda extra (grupos de estudio, espacios de atención de los profes, herramientas virtuales, etc.), te sirve para despejar dudas.

Universidad de los Andes | Vigilada Mineducación
Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964. Reconocimiento personería jurídica: Resolución 28 del 23 de febrero de 1949 Minjusticia.


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